jueves, 20 de diciembre de 2012

{POE} Manifiesto - Antonio Arraiz

Manifiesto


Lo confieso: no gusto de las personas finas,
ni de cosas selectas, ni de maneras delicadas.
Amo los hombres torpes, las mujeres confusas,
el pardo montón de carne con sudor y con vicio,
el pueblo, que con sus manos sucias,
escarba del suelo el pan para la boca.

Amo la inmensa Venezuela extendida en la noche.

Mas allá de los horizontes que cierran las estrellas
adivino los llanos, las montañas nutridas,
los negros bosques seculares,
en que vidas extrañas se agitan débilmente
y exhalan llamamientos.

Amo el inmenso pueblo que me llama en la noche.

Cuando ingiero el perfume fuerte de los salones
las sonrisas gentiles y los juegos de ingenio,
violento angustiosamente mi pecho sofocado.


Más que todas las finas siluetas marfilinas,
charlas que son casi cantos, cantos que son casi besos,
amo la madre grasienta, de expresión animal,
que, a la puerta cerrada, con su pecho aflojado
disputa a la muerte un hijo.
Más que todo el encanto de la ciudad galante,
canto el amor oscuro de los caminos claros,
al salir la mañana, tatareando canciones,
que van a la anonimia de poblados perdidos
bajo cuyos aleros una pobre humanidad
busca vivir en paz.
Fuente: Obra Poètica.Antonio Arráiz 
Monte Avila Editores
Altazor Serie Mayor Nº 3
Primera edición, 1987, pags 85 y 86
Autor: Antonio Arraíz
Barquisimeto, 1903 - 1962
de su poemario
Parsimonia, 1932

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Poema a Josefina Parra - Antonio Arràiz

Hoy al despuntar el alba, me diò por darle una ojeada al libro de Antonio Arràiz.... lo abrí en una de las paginas que había dejado marcadas para leerlas en cualquier momento.... y como no lo encuentro en la red lo he transcrito para nosotros.
 POEMA A JOSEFINA PARRA
Hoy, para decirte novia, afino
lo rudo de mi verbo masculino
en inédito ensayo de penumbras.
Tocado de la luz en que te alumbras,
mis bronces y mis ocres se transfunden
en el agua en que tus dádivas se hunden.
Al margen de la nube que te viste
de músicas y pájaros de alpiste,
mis mareas de puños proletarios
tienen un arribar de dromedarios
a las seis de la tarde a la fontana.
La noche misma, inaccesible, mana
de tus ojos. La creí perdida
en un lejano sesgo de la vida.
De aquí, del hontanar de tus miradas,
amanecen de nuevo las arcadas,
y alfombra de humedad de enredadera
la incógnita región de tus ojeras.
Yo estoy pequeño. Amarro mis arterias
con sus fiebres de sangre, con sus ferias
de bárbaro vigor, porque no digan
màs que los pulsos que tus pulsos sigan.
Y el ritmo de las frases conque labras
mi alma, endulza mis palabras.
Novia: eres cabal como la Patria.
Alzas a mi la Patria casta y grave,
chorreando aún rocío entre la suave
cavidad de custodia de tus dedos.
Transparente de gestos y denuedos,
y sin embargo blanda, como cuando
se nos iba enseñando y enmielando
en las primeras letras de la escuela.
Novia: me completaste a Venezuela,
y al descifrar en ti signos lejanos
besos la patria con besar tus manos.
Atmosfera de aldea en las mañanas
con misas y repiques de campanas
te arropa toda entera copo a copo,
y un súbito donaire de joropo
por tu imprevisto júbilo circula,
con rancho, y sol, y flor, y cuatro, y mula,
y un camino que va no sé a qué parte
a encontrarte y perderte.... y encontrarte.
Sobre la flor de tu epdermis sopla
la apasionada arista de una copla
que turba la nostalgia del estero
donde la palma es índice y puntero.
Y la silvestre mata de tu pelo
embriaga con sus vértigos en vuelo
que vienen de una selva virgen donde
un indio su agonía herida esconde.
Dulce novia: la Patria está en el lazo
estrechamente fiel de tu regazo.
La Patria, menos real que presentida
cuando planeaba gárgaros la vida.
Contigo la montaña, la llanura,
la gravedad del mar y la ternura
del cielo, todo está contigo exacto,
justo, como un ejemplo o como un pacto.
Con su diafano cielo sin desdicha,
debujado de miel y blanca chicha,
con su impecable espíritu de niña
y su carne de níspero y de piña.
Ella está en ti, perfecta como un templo,
y al descubrirme amandote, contemplo
volar en tu ademán el potro blanco
que sacude epopeyas de su flanco
y la historia nos llena con sus huellas,
y en tu frente lucir las siete estrellas.
Novia: eres cabal como la Patria.
Autor: Antonio Arràiz
de su poemario
"Parsimonia" de 1932
Fuente:
 Obra Poética. Antonio Arráiz
Monte Avila Editores
Altazor Serie Mayor
Nª 3
Primera Edición, 1987
pags. 164, 165 y 166




miércoles, 11 de julio de 2012

A Manuel Rodríguez

A Manuel Rodríguez Torres
 

Primero recibimos, con gracia y esplendor,

a quien sin titubeos nos daba su energía

pero que no pasaba de ser el profesor

que la cátedra suya, de Cultura, impartía.

 

Luego al pasar las horas, los días, las semanas,

lo fuimos conociendo con más certeza a èl,

con sus brazos abiertos, en actitud cristiana,

cual queriendo abrazarnos a todos y al plantel.

 

Ahora ya sabemos cual es su melodía.

Cual es su canto hermano, cual su filosofía

y cuales intenciones con sus actos persigue.

 

El futuro dira si su senda es correcta.

Si la unión de dos puntos no siempre es una recta

y si es èl cuanto falta para que todo ligue.

 

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Por la verdad del hombre, que una lucha eterna,

y por el educador que el mismo rumbo sigue:

Fuerza, Constancia y Triunfo. para Manuel Rodríguez!

 

 

de 

Víctor Manuel Palacios

para

Manuel Rodríguez Torres

25 de Mayo de 1996

viernes, 11 de mayo de 2012

Un Cantautor - Manuel Rodriguez

UN CANTAUTOR

Elabora un poema y lo canta
con melodía simple habla
nunca maquilla su guitarra
se lanza solo y sin respaldos

Atrae al que escucha la palabra
con el verso llano y profundo
Se ve en los actos culturales
de pocas personas o de un millón.

Un cantautor es cantautor solo
de su guitarra acompañado
o de cualquier otro instrumento
respuesta de la artesanía.

No se vende al mejor postor
Podrías verlos por todas partes
Cantautores quedan pocos
pues los que se vendieron
                               son bastantes.


Autor: Manuel Rodríguez Torres
(Poeta venezolano contemporáneo)


La palabra: Compañero

Me has hecho recordar
de un muy antiguo relato
en el que se viene a dar
un interesante dato.

La palabra compañero
(que es voz de origen latin)
encierra, en si misma, un fin
de un carisma verdadero.

Según su significado
(el que los libros nos dan)
compañero es quien, con agrado,
nos comparte de su pan.

Entonces, finalizando,
(ya esta explicado el dato)
los que somos compañeros:
¡Comemos del mismo plato!

Victor Manuel
16/06/2011
08:37 am
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